sábado, 16 de mayo de 2009

ORVAL



Estamos ante una de las siete auténticas cervezas de abadía, elaborada en un monasterio trapense.

Es una cerveza muy compleja, con multitud de matices. Se debe beber a una temperatura de entre 12 a 14 grados pero, sobre todo, se debe beber con calma, a tragos pequeños, a modo de degustación para apreciar todas sus peculiaridades.

Lo primero que se percibe al tirarla es su aroma frutal, con toques a platano, y su densa y cremosa espuma, muy adherente, que nos acompaña hasta el final. Su color es anaranjado (melocotón turbio). Cuando entra en boca sentimos trazos afrutados que se disipan rápidamente dejando paso a un intenso amargor (con sabor a nueces y frutos secos) que se acentúa a su paso por la garganta. Sin embargo, el postgusto es mas agradable ya que notamos otra vez los trazos afrutados del principio.

Es una cerveza densa, compleja y excesivamente cara, llegando a triplicar en precio a otras auténticas abadías.

%ALCH. 6.2

SABOR 7

COLOR 8

CUERPO 7.8

PUNTUACION FINAL 7.6

0 comentarios: